30 de marzo de 2013

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Yo hay veces que necesito desahogarme y esas cosas, y hoy es un día de esos, en los que tengo una indignación y una resaca que no puedo con mi vida y cortaría cabezas si pusiese un pie en la calle, pero como buena señorita que soy intento mantener las formas.

Mira, ciertamente me podrás decir ahora que no tienes nada que hablar conmigo, me odiarás y despotricarás contra mi, sin razón, pero tú te quedarás muy a gusto. ¡Qué pasa! Que a mi ya se me están hinchando las pelotas, sabes como va eso, ¿no? Que te van calentando y calentando y una de dos, o lo acabas soltando o te quedas con un dolor de huevos que flipas.

He tragado... he tragado... ¡Vamos! Lo indecible. Por ti, porque me importabas, quizás. Quizás no, porque te tenía un puto aprecio que no te merecías y nunca quise hacer nada que te pudiese perjudicar, las cosas como son. Fuiste tú quien me metió en su vida, en Octubre de 2007, ¿te cuerdas? Y como te acabo de decir... ¡Cómo pueden cambiar las cosas! Que puto desprecio tan grande te puedo tener ahora, que falta de personalidad tan enorme es la que tú tienes. ¡Y qué orgullo! ¡Qué cojones! ¡Qué orgullo! Que ni siquiera eres capaz de reconocer cuando has hecho las cosas mal, que las has hecho, infinidad de veces.

Pueden pensar que resulte ruin que vaya contando mis mierdas públicamente, me la suda, las cosas como son. Yo no soy quien tiene nada que ocultar, y es que yo cuando soy la mala del asunto apechugo, pero creo que esta vez ese papel no es el mío (como también te he dicho). 

No sé como si te importa realmente una persona puedes dejar que haga el ridículo de semejante manera, no lo llego a entender. Tú no quieres a nadie, colega. A nadie. Y podrás decir lo que quieras, te podrás defender de las mejores maneras que se te ocurran, me podrás poner verde, como hiciste en abril del 2011 con tus "amigas", que todo ese grupo eran unas arpías, ¿no? ¡Que es algo que se te da fenomenal! Y puesto que no tienes más argumentos con los que defenderte y crear una postura convincente pues... es el camino más fácil para quedar bien delante de algunos, ¿no? Yo ya te digo, que mi postura va a ser la de siempre, que no falla y además también quedo de puta madre, yo sonrío, no me molesto en insultar ni gritar a nadie (gastar energías en algo así como que no), y cuento suelto lo que haya que soltar, ¡y que da la casualidad que encima es verdad y todo! Mira tú.

Lo único positivo que saco de esto es que me siento orgullosa de mi misma, que entre tanta basura que hay me siento buena gente y todo, y es algo que tú sabes muy bien, al igual que cualquier persona que me conozca mínimamente.

Ahí te mueras, querido. Ahí te mueras.

17 de marzo de 2013

Nada.

Tomamos decisiones normalmente atendiendo a las consecuencias que estas pudieran acarrear. Entonces, ¿por qué nos asusta tanto que la consecuencia pueda ser nada? Nada bueno, nada malo. Sólo nada. Que la situación permanezca como estaba. La vergüenza a veces nos puede y preferimos cerrar el caso sin estudio ni investigación previa.

Lo estoy intentando, me abstengo de quedarme con las ganas. No he ganado, pero tampoco he perdido nada, nada que lamente perder.




Y así es como continuamos viviendo. Esperando que desaparezca tanta nada.