Y te das cuenta de que extrañas no tener a ese alguien a quien echar de menos en verano, ahora que se acerca. No habrá despedidas tristes, y por consiguiente tampoco encuentros efusivos.
Por las noches, al apagar la luz y posar el móvil en la mesita de noche, me planteo cuanto quedará para que haya un alguien al que desear dulces sueños y buenas noches antes de dormir. Con quien quedar sabiendo a ciencia cierta que seguirá esperando aunque llegues un poco (bastante) tarde. Con quien ir al cine y pasear.
El tiempo pasa y nadie aparece; y las sendas recorridas no creo que sean las más apropiadas para encontrar el "objeto deseado".
Y como buena caprichosa que soy ahora quiero lo que no puedo tener, y cuando lo tenga será el momento en que todo se vaya cuesta abajo y haya que volver a empezar...
Cariño, pero sin seguridad. Incertidumbre. Bien estar, sin exceso de confianza. Que sea un continuo comenzar.
Llámenme rara, pero eso es lo único que, ahora al menos, me podrá atar.
1 comentario:
Creo que en estos momentos me estoy sintiendo igual. Tengo unas ganitas tremendas de que alguien aparezca en mi vida y vuelva a dar sentido a todo esta mierda. No soporto más un verano asi!! Echo de menos ese cariño que me daba y que el tiempo ha consumido.
No puedo pensar en otro verano sintiendo vacia por dentro.
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