13 de diciembre de 2013

Reflexiones: lo que no te dije cuando llegó la noche.

Me hablabas de lo que es pasarlo mal por alguien como quien explica lo que es un agujero de gusano a un estudiante de primaria y fue ahí cuando me di cuenta de lo poco que me conocías, de lo poco que tal vez nos conociésemos a pesar de todas las noches que pasamos juntos. Y me hubiera desnudado delante tuyo si no fuese porque me cuesta demasiadas copas hacerlo y no había tiempo, así que preferí callarme y atender a la explicación.

No sé cuál será la conclusión a la que llegarás. Quizás en lo tuyo aún haya esperanza, yo ya la di por muerta hace tiempo. Alguno llegamos a ese punto en que nada de lo que hagamos puede cambiar las cosas, o directamente nos atan de pies y manos para que ni siquiera se pueda intentar, y es ahí cuando nos hemos de parar a pensar qué hacer, si mirar hacia delante o seguir dando vueltas al mismo asunto una y otra vez a sabiendas de que eso, a la única persona a la que va a perjudicar, es a nosotros mismos.

Me costó años verlo, te dicen "lucha por lo que quieres", pero a veces no hay lucha posible, así que es inútil permanecer inmóvil frente al cañón esperando a que aprieten el gatillo, una y otra vez, directo al pecho, hasta dejarte semi-inconsciente y sin fuerzas para levantarte, ni ganas. En esas circunstancias no queda otra que retomar tu camino como buenamente puedas y darte una oportunidad, sí, a ti, a esa parte de nosotros mismos que aún quiere descubrir que cosas buenas estarán por venir, a las ganas.

Yo aprendo, estoy aprendiendo a darme ahora esa oportunidad, porque la situación era insostenible, porque no me llevaba a ningún lado y no hacía más que doler, sólo dolía y aún, a ratos, todavía duele. Que es imposible olvidar de un día para otro, de un año para otro me atrevo incluso a decir, pero se puede aprender a vivir con ello. Sólo hay que intentarlo.

En cierto modo creo que a todos nos gusta un poco la autodestrucción, el sentir que tenemos un corazón mutilado y somos unos sufridores. Contar nuestras desgracias y escuchar cómo la gente pone cara de que le importa y te dicen unas palabras de apoyo, aunque tan sólo estemos contando que el chico al que conocimos la semana pasada no nos respondió al mensaje que le enviamos. De todo hacemos un drama, nos gustan los dramas, no lo neguemos. Buscamos la puntilla de la situación aunque esta sea casi perfecta.

Yo me lamento mucho de algo que pocas personas saben, ahora seréis alguna más, me lamento porque nunca he salido con alguien de quien estuviese enamorada, me podía gustar más o menos, podía estar más o menos ilusionada, tenerle más o menos cariño, pero no sé lo que es levantarse por la mañana y sonreír porque hoy le vas a ver, escribirle algo, por muy cursi que sea, y saber que te va a responder, ¡porque está contigo! Hacer planes a medio-largo plazo, algo que siempre me ha parecido terrorífico (aún me acuerdo cuando mi primer novio empezó a hacer planes en Enero para Semana Santa y yo sólo me limitaba a sonreír con los ojos muy abiertos -obviamente nunca llegó esa Semana Santa-). No sé lo que es estar enamorada de esa persona con quien compartes una relación.

Me encapricho, mucho, y lo de los caprichos es horrible porque suelen acabar bastante mal y es así como se me pasa, con finales nefastos de "te partiría la cara" y "quiero venganza". Pero hay otras personas por las que tragas, tragas, tragas, pisoteas tu dignidad una y otra vez, pones la otra mejilla cuantas veces sea necesario, lo máximo que logras es odiarlas a medias, que no te sale decir nada demasiado malo de ellas. De estas últimas ha habido un par, igual algún día siento algo tan fuerte que son desbancadas del podium del enamoramiento, pero de momento no. Intenté lo que se podía dentro de mis posibilidades, me podría haber plantado en la puerta de su casa con alguna declaración ingeniosa, pero hubiese sido forzar demasiado y... sé que no hubiese servido para nada. He llorado por ellos lo que no he llorado el resto de mi vida (gracias a Dios no tengo muchos más dramas) y aquí estoy, más vale tarde que nunca, siguiendo mi camino o lo que quiera que sea.

Volviendo al tema, que yo también lo he pasado mal, que también estoy en esa lucha interna de intentar ser feliz a pesar de tener a alguien en mente de manera casi permanente. Y que como ya he dicho muchas veces me hace falta muy poco para soñar e ilusionarme, y siempre me precipito al pensar "esta vez puede salir bien" porque no dejo de desearlo con todo mi alma, que algo salga bien. Que seguiré intentándolo, sí. Pero inténtalo tú también, hazlo por ti.



Al #109.

1 de diciembre de 2013

"Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos."

Y me dedicaré a la vida contemplativa, esperando que tú o el tiempo me demostréis algo.
Que la postura más cómoda siempre ha sido no hacer nada.
Que si nadie se arriesga por mi no voy a ser yo quien se arriesgue por nadie.
Quien no se implica no sale escarmentado, dicen.

Empezaré a leer poesía y a imaginar los versos que nadie me escribirá.
Compraré flores una vez por semana y los días que esté contenta me pondré vestido.
Bailaré más rock and roll.
Sólo temblaré de frío.

Y todo será mucho más sencillo.
Enfocar la vida desde otra perspectiva para obtener resultados distintos.





13 de agosto de 2013

Reset.

Aquí me tienes de nuevo, frente a una taza de café esperando a que me salga algo con cierta coherencia que decirte. Nunca se me ocurre nada cuando realmente lo necesito y se me enredan las piernas por debajo de la mesa, me toco demasiado el pelo y esquivo las miradas. Sería todo más fácil si te abalanzaras contra mi y me arrancases el vestido, que siempre se me han dado mejor los besos que las palabras.

Pero ahí estás tú, ausente, sin percatarte de lo que pasa por mi cabeza, sin importarte siquiera. Creyendo lo que quieres, pero no lo que es. Suponiendo mal.

Me muerdo los labios, enciendo un cigarro. Respiro el silencio, ese silencio que ocupa el lugar de lo que quería hablarte. Tú sigues sin inmutarte. A buen entendedor pocas palabras bastan, y cuando se trata de sentimientos pueden incluso omitirse, ¡venga, no me jodas! Que no estoy aquí enfrente tuyo haciendo el paripé por gusto. ¿Realmente quieres que pase a la tanda de preguntas embarazosas y declaraciones incómodas? Lo dudo.

Ya sabes, no me gusta el café, me pone nerviosa, tú me pones sin más. Sólo quería parecer formal, pero yo soy más de cañas y whiskys a todas horas, no de cafés, para qué te voy a engañar. Que... esto es lo que hay, lo siento si no doy para más. Me hacía falta poco para soñar.

Ahora hablaras de mí como lo hacías de ellas conmigo, encontraré a alguien que recorra con sus dedos mi espalda al menos un rato y ya será mañana.



9 de junio de 2013

A.

Se nota a la legua que ando falta de cariño, y ya son varios quienes me lo han dicho cuando se me encogía el alma con un abrazo. En un par de meses me dan el título a soltera de oro por tres años de soledad, tan solo dos citas y algún que otro plantón. Llevo meses sin acostarme con nadie, pero aún hay gente que tolera que sólo quiera dormir a su lado.

Están quienes te consuelan diciendo que si no aparece nadie es porque tú no quieres, están quienes no responden cuando les haces una confesión, están quienes te cambian por cualquiera. Estoy sólo yo. Están quienes te ilusionan, quienes te convencen de que algo ha tenido que sentir, pero estoy sólo yo.

Y conocerte tuvo sus consecuencias, no siempre buenas. Y es que nadie te alcanza.


17 de mayo de 2013

"Tú lo llamas amor, yo prefiero llamarlo Rock and Roll".

No me importa que no me preguntes cómo me va la vida, sólo quiero que me digas constantemente, una y otra vez, que tienes ganas de verme. Que ha pasado mucho tiempo y aún te acuerdas de mi. Que me tienes las mismas ganas que yo te tengo. Que hace demasiado que no me quito la ropa enfrente tuyo, que no hablamos mirándonos a los ojos, que no deshacemos la cama.

Y es que tenerte cerca me hacía más feliz, me hacía tener alguna esperanza. Me ilusionaba, que no es poco, y se mantenía la ilusión. El día que nos conocimos fue tan absurdo y genial que hasta me da la risa, me gustaban tus demonios. Echo de menos tu sonrisa.

Sigo esperando que alguien me salve. Tú a veces apareces, pero igual que vienes te vas. Yo quiero que te quedes. Sigo queriendo que seas tú quien se quede.

1 de abril de 2013

Su debilidad.

"Podrá haber otras, pero tú siempre serás la más especial de todas. Lo que hay entre nosotros es algo distinto; lo que siento por ti no es comparable a lo que he sentido por nadie, y eso siempre será así."

Y ella sabía que él hablaba de verdad, porque esas cosas se notan, porque él se lo había demostrado a lo largo de muchos años. Porque él nunca la juzgó como habían hecho otros y nunca la dio la espalda. Porque siempre se preocupó. Fue capaz de escuchar sus mil historias, de echarla en cara lo que hacía mal y odiar a cualquiera que no la tratase bien. Soportó tenerla llorando por otro entre los brazos y aún así seguía teniendo ganas de volverla a ver. Siempre la respetó.

La apreciaba tal y como era, sin necesidad de que ella tuviese que fingir. La conocía mejor que la mayoría y la quería mejor que cualquiera. Ella era su debilidad, a la que un día tuvo miedo, por la que para él, al cabo de un tiempo, se dio cuenta que si que merecía la pena arriesgar.

Gracias.

30 de marzo de 2013

:)


Yo hay veces que necesito desahogarme y esas cosas, y hoy es un día de esos, en los que tengo una indignación y una resaca que no puedo con mi vida y cortaría cabezas si pusiese un pie en la calle, pero como buena señorita que soy intento mantener las formas.

Mira, ciertamente me podrás decir ahora que no tienes nada que hablar conmigo, me odiarás y despotricarás contra mi, sin razón, pero tú te quedarás muy a gusto. ¡Qué pasa! Que a mi ya se me están hinchando las pelotas, sabes como va eso, ¿no? Que te van calentando y calentando y una de dos, o lo acabas soltando o te quedas con un dolor de huevos que flipas.

He tragado... he tragado... ¡Vamos! Lo indecible. Por ti, porque me importabas, quizás. Quizás no, porque te tenía un puto aprecio que no te merecías y nunca quise hacer nada que te pudiese perjudicar, las cosas como son. Fuiste tú quien me metió en su vida, en Octubre de 2007, ¿te cuerdas? Y como te acabo de decir... ¡Cómo pueden cambiar las cosas! Que puto desprecio tan grande te puedo tener ahora, que falta de personalidad tan enorme es la que tú tienes. ¡Y qué orgullo! ¡Qué cojones! ¡Qué orgullo! Que ni siquiera eres capaz de reconocer cuando has hecho las cosas mal, que las has hecho, infinidad de veces.

Pueden pensar que resulte ruin que vaya contando mis mierdas públicamente, me la suda, las cosas como son. Yo no soy quien tiene nada que ocultar, y es que yo cuando soy la mala del asunto apechugo, pero creo que esta vez ese papel no es el mío (como también te he dicho). 

No sé como si te importa realmente una persona puedes dejar que haga el ridículo de semejante manera, no lo llego a entender. Tú no quieres a nadie, colega. A nadie. Y podrás decir lo que quieras, te podrás defender de las mejores maneras que se te ocurran, me podrás poner verde, como hiciste en abril del 2011 con tus "amigas", que todo ese grupo eran unas arpías, ¿no? ¡Que es algo que se te da fenomenal! Y puesto que no tienes más argumentos con los que defenderte y crear una postura convincente pues... es el camino más fácil para quedar bien delante de algunos, ¿no? Yo ya te digo, que mi postura va a ser la de siempre, que no falla y además también quedo de puta madre, yo sonrío, no me molesto en insultar ni gritar a nadie (gastar energías en algo así como que no), y cuento suelto lo que haya que soltar, ¡y que da la casualidad que encima es verdad y todo! Mira tú.

Lo único positivo que saco de esto es que me siento orgullosa de mi misma, que entre tanta basura que hay me siento buena gente y todo, y es algo que tú sabes muy bien, al igual que cualquier persona que me conozca mínimamente.

Ahí te mueras, querido. Ahí te mueras.

17 de marzo de 2013

Nada.

Tomamos decisiones normalmente atendiendo a las consecuencias que estas pudieran acarrear. Entonces, ¿por qué nos asusta tanto que la consecuencia pueda ser nada? Nada bueno, nada malo. Sólo nada. Que la situación permanezca como estaba. La vergüenza a veces nos puede y preferimos cerrar el caso sin estudio ni investigación previa.

Lo estoy intentando, me abstengo de quedarme con las ganas. No he ganado, pero tampoco he perdido nada, nada que lamente perder.




Y así es como continuamos viviendo. Esperando que desaparezca tanta nada.

26 de febrero de 2013

Cursilerías Vol. 93.284.754

¿Cómo esconder un poquito la ilusión para que no salga a la luz antes de tiempo? Tarea difícil. Aunque puede que tú no sientas nada ya has hecho más de lo que muchos otros se han podido aventurar a hacer. Si fuera otra persona quizás pudiese pensar que este es el comienzo de algo, pero... no. Sé que no. Pasarán unos días, yo con la tontería en el cuerpo, y ya. Pero por eso mismo, porque ahora estoy en fase "tontería" es por lo que me ilusiono.

Creo que si hace un tiempo me dicen que fuese a renunciar a "él" por verte a ti o a cualquier otro me hubiese echado a reír. Pero lo hice, por sorprendente que parezca, y me alegro de haberlo hecho. Necesitaba hacerlo, así que te doy las gracias.

Llevaba más de cuatro años sin tener una primera cita, que se dice pronto pero ha sido un tiempo demasiado largo. Normalmente las ilusiones se mataban demasiado pronto. Yo no sé cómo hay que actuar, ya no sé cómo hay que actuar. No veía nada lo suficientemente factible, todo era demasiado absurdo, el final estaba escrito antes de comenzar nada.

Hace tiempo que un beso no me hacía sentir nada. Hace tiempo que esperaba que llegase alguien como tú. Hace tiempo que estaba en tu busca... Y ahora solo quiero volver a despertar a tu lado.