17 de septiembre de 2010

Diecisiete de septiembre lluvioso.

Diecisiete de septiembre lluvioso. Me ha costado levantarme de la cama más de lo común. Será que ver el cielo encapotado y escuchar las gotas de lluvia chocar contra los cristales incrementan mis ganas de quedarme acurrucada bajo las sábanas, mantas y edredón (sí, se que aún estamos en verano, pero necesito sentir el peso de la multitud de capas en una cama para dormir agusto). Parece que ha escampado, aunque no estoy muy segura de por cuanto tiempo.

Ya están aquí, ya se van aproximando los días de otoño, que han llegado antes incluso que la mismísima estación. Algo si que se echaban de menos, va a ser extraño no tener sofocones al salir a la calle fruto de las altas temperaturas que aquí en Palencia hemos tenido durante la mayor parte del verano.

Es una lástima que precisamente ayer llevase mis botas de agua a Santander con la idea de que no las iba a necesitar hasta que fuese para allá. Luego, cuando salga a la calle, tendré que prestar el cuidado, que con ellas no tenía, para no pisar ningún charco y empaparme los pies. ¡Joder! Las voy a echar en falta estos días.

No tengo ni idea de que voy a hacer hasta la hora del bermú, leer un libro, garabatear tonterías en alguna libreta, escuchar música tirada en algún rincón de casa, o... simplemente cerrar los ojos y dejar volar la imaginación... opciones varias. Ya no me acordaba de lo que se sentía no teniendo nada que hacer, teniendo tiempo libre para gastarlo (malgastarlo) como más plazca.

¡Hasta luego! :) ¡Tengan un placentero día de lluvía!
Muáa Muáa

Audio: Flyswatter - Eels

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