Días de frío, de largas tardes de clase. Creo que no he sido realmente consciente hasta ahora de que estamos en otoño. De que se va aproximando el invierno. Hoy volví a verme a las 8.45 pm en la parada del bus, cargada con el bolso, la carpeta y dos de los libros más gruesos que tengo en toda la estantería. Dejando todo a mi lado en el asiento de la parada encendí un cigarro de la que esperaba que llegase el autobús, sentí el frío en la cara, en las manos, por todo el cuerpo en general. Incapaz de ocultar que si, que estaba tiritando. Tratando de estirar al máximo las mangas de la sudadera que llevaba puesta. Eso que tantas veces las madres dicen que no hagamos cuando somos pequeños porque se da de sí la ropa.
Ahí, llena de bártulos y con frío a las tantísimas me percaté de que el curso empezó, si. Que hay que ponerse las pilas desde ya si no quiero que me vuelva a ocurrir como en años anteriores. Así que, damas y caballeros, me he concienciado. Este curso tengo que aplicarme, si quiero que papá y mamá me concedan "deseos"... algún mérito tendré que hacer yo. Y efectivamente, ya empecé... cambié el habitual plan de pc y tele tirada en el sofá del salón con Jana por la silla, la mesa y unos preciosos libros y apuntes enfrente mío. Acabo de terminar de pasar y completar unos apuntes, y... creo que estoy demasiado rota a estas horas como para hacer nada más. Creo que ya son horas de irse a dormir que tengo que madrugar...
Mañana práctica de penal II y... según la cuenta atrás de mi agenda -considerando que ya estamos a martes- a tan solo cuatro días y pico de Madrid. De ver a Sidonie :) ¡ansiosa por que llegue el día 23!
¡Buenas noches!
Muáa Muáa
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