13 de noviembre de 2010

esta vez de verdad...


Tendria varias cosas que contar de lo que viene siendo el fin de semana, pero... no os lo voy a negar, no me apetece en absoluto. El estar sola en casa hoy me está afectando... me está dejando demasiado tiempo para pensar en algunos temas a los que nunca gusta dar mayor importancia.

Me estoy cansando de la gente. Hay demasiada gente y muy pocas personas. Yo no soy precisamente lo que se dice una persona muy querida por la "sociedad", soy más bien bastante criticada por esas personas que se echan a temblar cuando hay algo que se sale del molde. Tengo a mis amigos, y como es sabido amigos de verdad hay pocos, son pocos los que se salvan de la criba final. Me siento una hipócrita entrando en mi tuenti y viendo que tengo más de 500 amigos allí. Tendría que hacer una limpieza un día de estos, borrar a gente con quien a día de hoy no tengo trato, gente con la  que me llevo mal, míticas personas que conoces de fin de semana y no te aportan más que un "amigo" nuevo en cualquier red social. ¡Todos fuera! Pero sí, pasa lo que pasa... no tengo huevos para hacerlo, por lo menos hoy no.


He llegado ya a un punto en el que la gente me da igual. Antes lo pasaba mal si oía que decían algo mío. Eran como pequeños alfileres que te van clavando. Ahora puedo decir que todo lo que digan la mayoría de las personas me es indiferente. Me voy a abstener de dar más valor de lo que tienen a palabras de gente que habla sin conocimiento de causa. Por hablar. Y es más... no me importa que se siga haciendo.

Sí, puedo ser una tía que está zumbada, mejor, ya está el mundo demasiado lleno de cuerdos. De gente que se mueve en masa. Hay demasiada gente corriente suelta, y eso no mola. Las personas ya no tienen originalidad, se critica lo que no se está habituado a ver. Se hace lo que se está acostumbrado a hacer. ¡Que coño! ¡Salte del camino alguna vez! No puedes seguir toda la vida dejandote llevar por la corriente, crea tus propias sendas. Haz que seas tú el que vives tu propia vida y no la sociedad.

Puede ser que muchas de las cosas que haga estén mal vistas. Pero yo las disfruto, y os puedo asegurar que no las cambiaría por nada. No voy a cambiar mis gustos, mi forma de ser para que la gente deje de hablar mal de mi... ¡que les den a todos por culo! Así de claro. Que haya alguien que se atreva a echarme cualquier cosa en cara. Porque ya han sido muchos los años en los que me he quedado callada y he puesto la otra mejilla. Porque ya me cansé. Voy a ir con la cabeza bien alta por la calle porque no tengo nada de lo que me tendría que avergonzar.

No se que harán los demás, pero yo voy a vivir mi vida.
¡Que más da el "qué dirán"!

2 comentarios:

Saraiba dijo...

Yo vivo en un pueblo pequeño. Desde niña me gustó romper las normas. No tengo demasiados amigos. Me gusta ir a contracorriente! Eso durante años me hizo subrir. Hoy en día aprendía a vivir con ello.

La clave para mí fue eliminar todo "desecho" en mi vida. Esas personas tóxicas que rondan y que sin darte cuenta te chupan la sangue. Reduce a cero eses personajes indeseables. La soledad a veces es jodida pero te puedo asegurar que es mejor que una sonrisa fingida. Nunca dejes de ser como eres, ni más ni menos, TU! La gente que merece la pena te querrá seas como seas. No te vengas a bajo!! Sonrie, se feliz! Esos cabron@s no se merecen tu tristeza.

Que esta mala experiencia no te desanime, ahí fuera hay personas que merecen la pena, tendremos que arriesgarnos para poder encontrarlas.

Un besote valiente!!

Marieta dijo...

En cierto modo me siento igual muchas veces. Simplemente decirte que no te vengas abajo, que hagas ''lo que te sale de los huevos'' y a la gente que le den. :P