30 de octubre de 2011

Retales.

Tengo el corazón encharcado, noto palpitaciones en las sienes, a ambos lados de mi cabeza y mi temperatura va subiendo como si de un momento a otro fuese a explotar. Tengo el alma cansada y el rostro con una expresión marchita que hoy ni siquiera me esfuerzo en disimular.

Me hago daño para así disminuir el dolor que él me produce. No noto mariposas en el estómago, solo una gran bola creciendo y que lo único que me produce son náuseas. Cierro los ojos fuerte hasta no ver nada, aprieto los dientes: ¿por rabia? ¿por impotencia? ¿por tristeza?

Si alguien me abrazase ahora creo que me fallarían las piernas, y aún sintiéndolo mucho, tendría que cargar por unos instantes con mi peso, porque estoy que no me tengo.

Y a pesar de todo, mis pies juegan descalzos sobre la moqueta de mi habitación ignorando todo lo que pasa por mi cabeza.


No hay comentarios: