16 de agosto de 2010

Noches reversibles.

Comienza a anochecer ahí fuera, y... yo estoy sola en la habitación. Sola en casa. Esperando la llegada de mis padres de un momento a otro. Compañía temporal. Eso no va a quitar que me siga sintiendo sola esta noche.

Soñaré, mis sueños siempre comienzan antes de que me haya dormido, y soñaré con él. Será todo tan delicioso y perfecto que me costará despertarme por la mañana. Me dolerá escuchar la alarma del movil y la voz de mi padre a las siete de la mañana. Si, son solo sueños, pero parecen tan reales. Claro, es que hubo un día en que todo eso fue real y no un producto de mi imaginación. Hubo un día en que sus besos fueron mios, un día en que eran sus manos las que acariciaban mis piernas. También fui yo entonces la que compartía con él la cama... ¡a saber quien estará hoy a su lado! Hubo un día en que sus palabras me partían en dos y caía deshecha a sus pies, admirándole, mirándole apasionadamente. Escuchándole entonar una canción o viéndole encender un cigarrillo.

Son todas imágenes que han quedado gravadas a fuego en mi mente. En mi alma. Por  muchos años que pasen no creo que nunca lleguen a borrarse. Quiero creer también que dentro de unos años serán más las imagenes suyas que recuerde. Que sean más las noches compartidas y las cervezas bebidas.

¡Brindemos por los momentos vividos y por aquellos que aún estan por venir!



Y aun así, te reirás, volvería a revivirlo sin dudar.
Podría ser tan fácil, sería espectacular, si fueran reversibles aquellas noches de incendio.

1 comentario:

Ele dijo...

Comparto esta entrada en un 99%.
Genial!