21 de marzo de 2011

Sumergida en recuerdos.

Me prometí que si la vida me volvía a brindar otra oportunidad la aprovecharía. Así fue, otra ocasión se presentó. Traté de disfrutarla al máximo posible. Pero todo llega a su fin en algún momento. Dan las 10, suena el despertador. Lo apagué lo más rápido que pude para que él no se despertase. No me quería levantar, pero tampoco podía quedarme mucho más allí. Le tenía a mi lado, en la cama. Treinta minutos despierta a su lado fue lo más que pude estar.

Me levanté despacio. Busqué mi ropa y me vestí sin hacer ruido. Estaba tal y como había llegado hasta allí la noche anterior, con el maquillaje un poco más corrido, con los ojos un poco más rojos y con una mezcla de felicidad y tristeza dentro inexistente antes. Me senté a su lado en la cama. Le desperté. Le desperté, como me dijo que hiciera, y me despedí, "Hasta otra". Dulce.

Le dejé en la cama. Caminé hacia la puerta. Sabía que en el momento en que atravesase esa puerta todo habría pasado ya. Ya no habría vuelta atrás. Lo hice, sí. No tenía otra opción, y tarde o temprano ese momento iba a llegar. Llamé al ascensor, y fui hasta recepción. Poco a poco había algo en mi estómago que se iba haciendo más grande. Un nudo que estaba adquiriendo dimensiones insospechadas. No se por qué si estando feliz tenía que sentir eso. "El taxi llegará en unos minutos".

"Espero fuera". Atravesé las puertas de cristal -cada vez más lejos-. Maldije el no tener un pitillo para que la espera se hiciese más llevadera. Ahí estaba yo, en un lugar que ni tan siquiera sabía con seguridad cual era. Esperando un taxi. Con una niebla que te impedía ver dos calles más allá. Vestida para matar pero habiendo sido recién asesinada.

Llegó el taxi, me alejé de allí. Ya era pasado. Ya era recuerdo, tan solo un dulce recuerdo.

Y es que hay momentos que los recuerdos vuelven, pisando fuerte, y estos estan siendo días de esos.
Días de recordar tiempos ya pasados.
Momentos que nadie puede garantizar que puedan llegarse a repetir algún día.

No hay comentarios: