15 de mayo de 2011

Una semana de mayo

Empiezas la semana comprándote un libro de relatos de Bukowski y acabas el sábado comprándote otro tímidamente al ver la extraña cara que ponen algunos de los presentes en la librería, incluida la dependienta. Empiezas a tomar café y le vas cogiendo el gusto después de haberlo estado evitando durante años, todo sea por procurar dejar de lado los redbulls. Te levantas un día y le dices a tu madre que te pida cita en la peluquería, definitivamente ya va siendo hora, te cortas el pelo, no solo las puntas y vuelves a tu color natural. Consigues meter en una maleta de tamaño medio todo lo que necesitas para ir el fin de semana a casa, apenas ropa, sin necesidad de que nadie te haya tenido que estar presionando y diciendo "no necesitas tantas cosas". Estrenas gafas, ilusionada, aunque sabes que apenas las sacarás a la calle. Procuras organizarte y estudiar. Descubres una clave que crees que podrá hacer que afrontes la vida con más seguridad. No sientes la habitual necesidad de salir al llegar la noche del sábado, no tienes problema en quedarte en casa viendo la televisión con tu padre. Te propones nuevas metas y objetivos. Descubres un icono a seguir.

Esas son las cosas que han ocurrido en una semana a mitad de mayo.

1 comentario:

Saraiba dijo...

Lo importante es mantenerse motivada! Hay semanas buenas y semanas menos buenas pero mientras salgamos a la calle a "jugárnosla" habrá merecido la pena :)