Te acercas a un mundo diferente, distinto al tuyo, esperanzada por la ausencia de todas aquellas cosas que te traían de cabeza de manera habitual... Y cuando menos te los esperas ¡ZAS! "¡hola! ¡estamos de vuelta!". Sin esperarlo y obviamente sin desearlo.
Y que decir si puede que en parte tenga culpa... Me defiendo diciendo que yo nunca mentí, que siempre me mostré tal como soy, que no traté ocultar en ningún momento a mi verdadero yo, más que obvio. Que soy lo que ves, lo que veis. Tal cual. Sin trampa ni cartón.
Aún ando sorprendida... descolocada. Buscando como levantarme el día de mañana, con la cabeza alta y siendo todo lo caradura que mi yo interior me lo permita.
Y ya lo digo. Me gusta pero desgasta. Y nunca seré más de lo que soy ahora; conformista podréis pensar, pero no, yo lo llamo realismo, del puro y duro, y del siguiente nivel creo que tengo las puertas más que cerradas. Así que tal vez lo mejor sea tomarse un descanso y si luego apetece continuar jugando en la misma liga sin ninguna pretensión de ascender a primera.
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