13 de enero de 2012

Y saltaron los puntos. Y se abrió la herida.

Ya no recordaba siquiera que ese álbum existía, que aún estaban nuestras fotos y quedan restos de los menos profundos "te quiero" que nos dijimos.

Y aunque todo este tiempo he fingido no recordar no es cierto, pero me da vergüenza el reconocerlo. Reconocer que fui yo quien tiró todo por la borda y la que ahora se lamenta. Reconocer que yo ahora soy la que se siente sola y busco desesperada cada cierto tiempo a alguien que se encargue de calentarme la cama y un poco el corazón, a alguien que no le importe quedarse en la cama al despertar y que me mire a la cara cuando hablemos, que me toque con cariño y no sólo con ansia.


Y ha pasado tanto tiempo que ya no me acuerdo de lo que eran tantas cosas... Habré olvidado tantos momentos... Y hay quien dice que cuando las relaciones acaban de mala manera al final siempre te acabas quedando con lo malo, y destrozas todo lo que fue, y lo llenas de sombras, y lo oscureces. Pero yo por el contrario... no. Me esfuerzo por pensar las cosas malas, y lo harta que podía llegar a estar en algunos momentos, las ganas que pude llegar a tener de volver a volar. Lo recuerdo pero no lo siento. Siento únicamente lo bueno y la de veces que últimamente le he echado de menos.

Y si, soy una traidora que no sabe estar con la cabeza quieta. Y si, tampoco tengo vergüenza por el hecho de escribir o pensar esto a estas alturas. Y si, tengo lo que me merezco. Y es todo tal y como tiene que ser, y todo ello por culpa mía.



Y os dejo con la canción triste del mes de Noviembre, que vuelve también en Enero.

No hay comentarios: