9 de junio de 2012

Hoy es el día.

Hoy es el día, hoy es el día en que he decidido cerrar el cofre, poner el candado y lanzar lejos la llave. He amontonado cuidadosamente muchos recuerdos, todos aquellos que más daño me han hecho, y guardarlos allí para siempre. También momentos bonitos, para que me dejen vivir en paz. En una caja de cristal metí tus besos, para conservarlos, que nunca se pierdan y siempre sigan siendo especiales. Son otros tantos los que no merecen tanto cuidado y solamente están de relleno, tienen el suficiente valor como para estar dentro pero ninguno tiene tanto valor como los tuyos.

Los sentimientos intensos fueron difíciles de controlar, un cordel dorado les tiene sujetos, y sólo queda esperar que no logren escaparse, son los que más fácil tienen el huir, son capaces de deslizarse por la más estrecha de las rendijas. También hay un cóctel especial ahí dentro, mezcla lágrimas con alcohol y sensaciones amargas, me acompañó tantas noches que creo que he acabado aborreciéndole y no hay sitio mejor para él.

Tus fotos, tu voz y el tacto de tus manos. Lo lamento mucho, pero no puedo dejar libre nada relacionado contigo. Creo que será mejor así.

Hoy es el día en que quiero desprenderme de todas esas cosas. Creo que ya va siendo hora de salir del bache definitivamente, y con cualquier cosa tuya cerca todo resulta muchísimo más complicado.

No te creas que voy a tirar todo eso, para nada, el fin es que permanezca siempre conmigo, pero no dentro de mi.

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