9 de agosto de 2010

Cicatrices.

De pequeña, cuando aún tendría unos siete u ocho años, me caí en la finca de mi abuelo, en Vista Hermosa. Me hice una herida en la rodilla izquierda que no dejaba de sangrar, y... aún recuerdo que me desplomé en el mismo momento en que mi madre me dijo que teníamos que ir al centro de salud porque me iban a tener que coser. Esa fue la primera vez que me he desmallado.

Fuimos al centro de salud y... todo fue sin complicaciones. Me dieron siete puntos que apenas note. No me dolió. Cuando al cabo de un tiempo me quitaron los puntos se dieron cuenta de que no había cicatrizado bien, ya que aún seguía algo abierta.

Ahora, años después, a pesar de que se acabase cerrando, aún tengo la marca de esa cicatriz en mi rodilla. No me duele, pero aún siento como una extraña sensación al tocarla. Porque las cicatrices curan, pero al roce, siempre seguirás recordando que la tienes ahí.

1 comentario:

Librepensador dijo...

Nunca mejor dicho, las heridas curan pero el area afectada queda para siempre sensible.
Besos